El maratón masculino en los Juegos Olímpicos de Atenas 2004
se corrió en la tardecita del 29 de agosto de 2004 en calles de Atenas.
Clima, buen recorrido y aún mejor pavimento propiciaron una condición excelente del
trayecto para los atletas.
Y el italiano Stefano Baldini se quedó con el
último oro de Atenas, la maratón. Sin embargo, tras largos años, la mayoría solo
recordamos el nombre
del tercer posicionado.
Los 42.195 metros masculinos marcaron el fin de los Juegos
Olímpicos de 2004, pero quizás infortunadamente (solo "quizás"), el
evento fue quedó en la historia no por lo deportivo, sino por un incidente propiciado por el
desde antes conocido agitador irlandés Cornelius Horan, un exsacerdote irlandés
que entre sus antecedentes ya había invadido pistas en Fórmula 1.
En el kilómetro 36, Vanderlei fue empujado y hasta sacado de
la calzada por Cornelius.
Con ayuda del público, Vanderlei Cordeiro de Lima fue
liberado y retornó a la carrera, pero perdió ritmo y llegó en el tercer lugar de la
maratón, siendo ovacionado y aplaudido a su entrada al Estadio Panathinaiko.
El "solo quizás" lo afirmamos a título personal
porque creemos que el resultado eventual de la maratón, en caso de no haber ocurrido
semejante suceso, permanecerá incierto por el resto de los tiempos. Ese simple
hecho convirtió a esa carrera en mística de la más elevada y pura.
El brasileño obtuvo la medalla de bronce, sin embargo el
episodio le valió a recibir la medalla Pierre de Coubertin por su valor y
espíritu olímpico. Y aún doce años después, a ser el merecido encargado (aunque no
estaba previsto) de encender el pebetero de los Juegos Olímpicos de Río de
Janeiro 2016.
Fuente: www.runuruguay.com
Fuente del video: spm
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