Hoy es el Día del Deportista. Esta fecha es tan importante como cualquier otro día especial de nuestro calendario (el día del trabajo, el día del maestro, el día de la madre….). Quizá más ampliamente, debiera verse también como el Día del Deporte y la Actividad Física y Recreativa, para profundizar en las profundas consecuencias del deporte en el desarrollo de la sociedad.
Aquellos hombres y mujeres que han vivido su vida enamorados de una pelota, de una cancha, una lancha, una pista, una raqueta, y han regalado a su cuerpo la emoción que se siente cuando se está en plena actividad física, que han sabido lo que es una sonrisa nacida del pleno y simple gusto por el deporte, hoy deben celebrar. Este festejo no es un patrimonio exclusivo de aquellos que viven “del” deporte (de quienes se denominan profesionales), sino de todo hombre o mujer que lo practica, que lo goza y lo vive, aun en condiciones adversas.
Pero el festejo debe también llevarnos a insistir en la importancia, en la necesidad, en lo crucial que es para nuestro país que la actividad física, deportiva y recreativa alcance niveles de importancia tan altos, tan de Estado, que no sean monopolizados por el sector privado, ni por los intereses transnacionales. El deporte es una fuente de salud física y emocional, pero también una posibilidad potente de educación, de encuentro intercultural e interpersonal (aunque parezca lo contrario cuando los salvajes generan peleas, trifulcas y ofensas). Cuando un deportista aprende a respetar al contrario, cuando aprende a ser limpio (aunque no deje ciertas mañitas deportivas), cuando es respetuoso del cuerpo ajeno, cuando ve a los otros como simples compañeros del juego, adversarios deportivos, pero no enemigos. Cuando todo eso se aprende, en el calor de una cancha, se van creando condiciones para su uso en la vida social en general.
La visión educativa en el siglo XXI no puede dejar de valorar al deporte como una de las vías más importantes para la educación, puesto que los principales esfuerzos van a enfocarse en la sabiduría y salud emocional y física de los seres humanos, en medio de la pérdida de las áreas verdes y de la relación entre humanos y naturaleza. El sedentarismo (en parte causado por una más larga relación con las computadoras) no sólo nos aísla y vuelve más individualistas, sino que también está creando cuerpos más flojos, menos sanos, más pasivos.
Por todo esto, suena realmente escandalosa la postura de seudoacadémicos que descalifican la actividad física y deportiva, que miran por sobre el hombro todo aquello que suene a deporte y gozo físico. Como si la ciencia no viniera ya demostrando que cuanto más salud y actividad física sana tenemos, más desarrollo intelectual desarrollamos, si todo es complementario. Si enfatizamos en la integralidad de lo educativo, ¿por qué seguir insistiendo en otorgar mayor importancia a lo intelectual, y seguir con el descrédito al deporte, y al arte?
Y también que sirva esta celebración para insistir en el deporte como práctica, como proyecto de vida, para que en lugar de emocionarnos con ser simples espectadores (incluso de eventos que no tienen nada que ver con nuestra realidad), empecemos a protagonizar, aunque sea mediante pequeños pasos, el gozo de sentir que nuestro cuerpo está activo. Está vivo!
FELIZ DÍA LE DESEA a todos los deportistas : http:deportesvillaadela.blogspot.com.
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