Se enamoró del atletismo en Tres Isletas, pero se acercó de forma profesional en Brasil, donde vive desde hace más de una década. Siempre soñó con representar a Argentina en los Juegos Olímpicos y lo hará realidad en Tokio.
Desde que consiguió su clasificación olímpica en la Maratón
de Sevilla en febrero de 2020, Marcela Gómez no pudo regresar a la Argentina y
celebrar en sus Tres Isletas natal con sus seres queridos.
En aquella localidad de Chaco, donde se enamoró del atletismo, sin embargo, sí festejaron su conquista. “Cuando yo hice la marca olímpica fue un evento para ellos, y más aún porque creo que soy la primera atleta de la provincia en clasificarse a un Juego Olímpico de manera individual”, reconoce la maratonista de 37 años, que antes de los Juegos de Río 2016 comenzó a soñar con ser olímpica.
Fue en Brasil donde Gómez construyó ese sueño. Porque después de “conocer el deporte en el colegio, cuando tenía 13 años”, corrió hasta los 16 y “ahí se cerró prácticamente” su carrera deportiva hasta que en 2012, ya en Brasil donde vive con su esposo brasileño, comenzó a correr “a un nivel profesional, por incentivo” de su pareja.
Primeros pasos. Marcela Gómez conoció el atletismo gracias al colegio y lo practicó durante su adolescencia en Tres Isletas, Chaco. (Gentileza Marcela Gómez)
“Él decía que yo tenía talento, que tenía condiciones, que
podía dedicarme a esto y vivir del deporte. Y así, de tanto insistirme, un día
dije ‘vamos a ver si es verdad’”, cuenta la única representante argentina que
tendrá la maratón femenina en Tokio.
A la confianza de su marido en sus condiciones, Gómez le sumó la de su entrenador Humberto García de Oliveira; pero principalmente, una férrea determinación personal que la llevará hasta Tokio.
“Recuerdo que antes de los Juegos Olímpicos de Río le dije a mi entrenador que quería intentar clasificar para el próximo Juego Olímpico. Así que en 2016 coloqué en mi cabeza que yo quería correr el maratón”, rememora quien hasta entonces sólo “hacía pruebas de calle: los 5 y los 10 mil metros”.
En apenas su cuarta maratón, la argentina consiguió su
clasificación olímpica y el record argentino para la distancia, al completar la
prueba en Sevilla en 2h28m59s.
“No fue tan rápido como parece, porque la verdad es que fue un ciclo olímpico completo; fue un trabajo de cuatro años”, resalta quien considera que “un maratón es una vida, porque es muchísimo tiempo corriendo”.
Lo corroboró en Sevilla, cuando pegó “viento en contra y todas las adversidades que uno puede pasar en un maratón”. Incluso, “un malestar estomacal” que a sólo 5 kilómetros del final la debatió en “una lucha interna” entre parar y continuar hasta la meta.Sueño cumplido. La chaqueña Marcela Gómez consiguió la marca clasificatoria para Tokio 2020 en la Maratón de Sevilla 2020. Además, bajó el record argentino de la distancia.
“Fue cosa de 500, 600 metros que para mí fue una eternidad.
Conseguí recomponerme, volver a correr fuerte, incluso más fuerte de lo que
venía corriendo porque sabía que tenía que recuperar segundos. Gracias a Dios
salió todo bien. Pero no es fácil. Me pasó de todo en la prueba”, recuerda y
sentencia: “Yo llegué realmente en mi límite en Sevilla, pero valió muchísimo
la pena”.
DE CORAZÓN CELESTE Y BLANCO
“Para mí, haber conseguido esa marca que parecía tan difícil
es una realización como atleta. Clasificarse a los Juegos Olímpicos por marca
directa es increíble. El mundo está lleno de atletas, pero los atletas que van
a los Juegos son muy pocos”, valora la chaqueña, que se levanta “todos los días
entrenando con la cabeza pensando en Tokio”.
Su incursión en los 42.195 metros fue auspiciosa desde el comienzo. “Mi debut fue en la Maratón Internacional de Río de Janeiro en 2018. No fui tan preparada. Esa maratón la corrimos como un test para ver si yo podía sobrevivir a la distancia. Y me fue súper bien. Fui podio y eso me valió mi primera convocatoria para representar a mi país en el Sudamericano de Maratón de ese mismo año”, repasa.
“Estoy fuera de mi casa desde febrero. Todo lo que estoy
haciendo ahora es pensando en el maratón olímpico. Mi día a día gira en torno a
eso”, cuenta desde Colombia, donde completó su puesta a punto para concretar en
la capital japonesa su sueño el viernes 6 de agosto a las 19 de nuestro país.
Es que ella tiene en claro una cosa. “No quiero ir a Tokio a sacarme una foto y decir ‘soy olímpica’. Mi sueño es llegar a la meta y que digan: ‘Fue la mejor clasificación argentina de una atleta en un maratón olímpico’”.
El orgullo por representar a su país aflora a lo largo de la charla con Marcela. No importa que cuando corrió “por primera vez en Argentina en 2018” no la “conocía nadie”, tampoco que haya hecho “toda la carrera como profesional en Brasil”, ni tener allá, en Maringá (Paraná), su “segunda casa y segunda familia”. “Yo siempre dije que quería representar a mi país en un Juego Olímpico. Al principio lo decía como jugando, después se volvió en serio. Pero siempre lo dije. Yo soy argentina, mis papás son argentinos, mi familia es argentina… hace más de una década que estoy en Brasil, pero mi corazón sigue siendo argentino. Siempre va a ser argentino”, asegura.
La primera vez. En Río de Janeiro, en 2018, Marcela Gómez corrió su primera maratón y se subió al podio.
La tercera experiencia de la chaqueña fue también en la
maratón del Sudamericano, pero en 2019. “Ya me había preparado más, llegaba
mucho más entrenada. Y con mi entrenador nos propusimos acercarnos lo máximo
posible a las 2horas 30 porque ya sabíamos cuál era la marca olímpica. Y me fue
súper bien: corrí 2h34m. Llegué entera. Después de esa maratón, mi entrenador
me dijo: ‘Ahora sí vamos a trabajar para la marca olímpica’. Y fue lo que
hicimos”.
Fuente: www.lavoz.com.ar/
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