lunes, 3 de mayo de 2010

Gustavo Comba fue una gacela que se paseó por las calles del nuevo circuito costero de Olavarría

El atleta de Almirante Brown ganó los 10 km en un tiempo extraoficial de 30m 46s, que le permitieron sacarles casi 200 metros de ventaja a sus perseguidores. Detrás de Comba se ubicaron Daniel Castro y el keniata Julius Rono. El mejor olavarriense, en el 9º lugar, fue Gustavo Fernández. Entre las damas la victoria correspondió a la lapridense Andrea Latapie y la olavarriense Rosana Luisetti fue tercera.
Una gacela bípeda, con imagen de ser humano, recorrió este sábado los 10 kilómetros del flamante circuito costero. Gustavo Comba, el atleta del partido de Almirante Brown, fue el rotundo ganador de la XXIII edición de la “Vuelta al Municipio, Maratón por la Seguridad Vial”, con un tiempo extraoficial de 30 minutos 46 segundos, que le permitieron sacarle casi doscientos metros de ventaja a su más inmediato perseguidor.Detrás de Comba se ubicó el veinticinqueño Daniel Castro, con un registro (siempre extraoficial) de 31 m. 48 segundos; la tercera ubicación fue del keniata Julios Rono (31m 58s); cuarto fue el patagónico Matías Roth (32m. 08s) y quinto el chubutense Antonio Ibáñez de Chubut (32m. 40). El mejor olavarriense, en el noveno lugar, fue Gustavo Fernández, quien exactamente a las 15.20 atravesó la línea de llegada.Entre las damas la victoria correspondió a la lapridense Andrea Latapie (llegó a las 15.24) y en el tercer lugar quedó Rosana Luisetti, la mejor olavarriense, con una marca de 39 minutos y 38 segundos.Con un día esplendoroso como marco, una multidud en casi todo el perímetro de la prueba, exactamente a las 14.47, casi 20 minutos después de lo previsto, se largó la competencia en la intersección de Lavalle y Del Valle, frente al acceso de Parque Carlos Guerrero, y a la altura del puente Lucio Florinda ya se habían escapado del pelotón Alberto Haure, Matías Roth, Miguel Núñez, Daniel Castro y Marcelo Conde.La partida fue una fiesta de colores. En forma simultánea largaron los competidores en la prueba sobre 10 kilómetros (atletas de elite y federados), la de 3 kilómetros (aficionados) y los 1800 metros que recorrieron las agrupaciones barriales, tercera edad, escuelas especiales, jardines de infantes y aerobistas.Frente al Balneario Municipal (ex el edificio de la Dirección de Deportes) la punta de la carrera estaba claramente en manos de tres competidores: Roth, Castro e Ibáñez, pero al paso por Vergara y Coronel Suárez empezaba a mostrar sus uñas el gran protagonista de la carrera: Gustavo Comba.Cuando los atletas pasaron por Racing, para doblar en la calle Cerrito, la carrera se convirtió en un codo a codo entre Roth, Castro, Comba y Julius Rono, algo que se mantuvo hasta las cercanías del Parque Norte, con un par de datos sintomáticos.Sobre el punte de la avenida de los Trabajadores Gustavo Comba ensayó el primer cambio de ritmo, y no pudo quebrar a Rono y a Castro, pero el dato más fuerte fue apenas los atletas doblaron en Juan XIII para Rivadavia: Julius Rono le pidió agua a un espectador y no alcanzó a tomar una pequeña botella de agua mineral. La falta de puestos de agua fue una queja constantes de los corredores durante y después de la prueba.Comba leyó ese dato que le dio el africano, y emprendió una escapada en el codo hacia el arroyo Tapalqué. En las primeras zancadas sobre la Avenida de los Trabajadores Comba ya había sacado cinco metros de ventaja sobre Castro y Rono, pero ambos reaccionaron y lograron igualar la línea de muchacho de Almirante Brown.Era el juego de gato y el ratón. Se veía en los rostros: mientras Rono y Castro forzaban la máquina todo lo posible, Comba llevaba una marcha distendida que podía leerse en su lenguaje corporal: paso, braceo y cara.A los 15’ de carrera, a la altura de La Casa de los Cristales, punteaba Rono, con Comba y Castro casi a la par y un poco más tarde (exactamente a las 15.04) sacó Comba los primeros cinco metros de distancia, y en lo sucesivo para Castro y Rono sólo quedó mirarle la espalda.En Colón y Brown se produjo otra escapada de Comba y la distancia se estiró hasta los 50 metros sobre Rono y Castro. Muy sólido, mientras el líder cortado atravesaba un punto imaginario por Brown y Borrego, el dúo de perseguidores recién aparecía en la bocacalle de Necochea. La carrera esta definida cuando aún faltaba poco menos de cuatro kilómetros por recorrer.Al doblar por Bolívar, con los aerobistas como multitudinarios acompañantes, el trecho entre Comba y Castro/Rono ya era de una cuadra y media, y Comba no sólo mantenía la autoridad en la marcha, sino que parecía buscar su punto máximo de velocidad.En la recorrida por el centro de la ciudad, por Vicente López hasta Colón y desde Rivadavia hasta Del Vella las únicas novedades importantes en la cabeza de la carrera fue el despegue de Castro sobre Rono (a la altura de la plaza Coronel Olavarría).Muy lejos de ambos Comba seguía su paso triunfal, recogiendo gestos de asombro, aplausos y voces de aliento de la gente que seguía la prueba desde las veredas. Más aún cuando a la altura de Necochea y Rivadavia les había sacado dos cuadras al segundo y dos cuadras y media al tercero.Frente al Correo el público empezó a tener certezas de algo que se sabía desde Colón y Brown: a ese atleta pequeño, rostro curtido, casaca blanca y anaranjada le faltaban unos pocos cientos de metros para coronarse como la figura central en otro Día de Trabajador.“Felicitaciones Comba”, le gritó un hombre casi de su misma contextura física frente al Palacio Belgrano; cien metros más adelante, otro mientras le tomaba una fotografía con su cámara digital lo alentaba “vamos viejo, que ya falta poco”.A la media hora exacta de carrera, Gustavo Comba dobló por Del Valle, con la llegada como punto de referencia en el fondo del horizonte. Aceleró su paso, elevó las manos al cielo y exactamente a las 15.18, ante la ovación de la multitud, cortó la cinta que sostenía desde uno de los extremos el intendente municipal José María Eseverri.
FUENTE: INFOEME. COM.OLAVARRIA

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