lunes, 12 de enero de 2015

YO TE "BI" GANADOR FEDERICO BRUNO


Por Edgardo Perafán

Se adjudicó la Maratón de Reyes por segunda vez consecutiva, siendo ahora Bi Campeón de la mayor cita de Concordia. La gente volvió a batir otro record, con más de 60 mil personas siguiendo la prueba en las calles.
“Que calor de locos, nena, y yo voy a explotar…”, cantaban hace tantos años como quizá tiene la Maratón de Reyes “Los Iracundos”. Y hubiera sido la cortina ideal para musicalizar todo el recorrido de la prueba, o toda la tarde de Concordia de ayer, porque otra vez la vedette fue el intenso calor que soportó la ciudad, la gente, los atletas, todos. Pero, claro, para la gente que se aguantó en las veredas, la que fue a hacer el aguante colmando las tribunas del Corsódromo, valió la pena, porque otra vez se gritó bien fuerte en el final, otra vez el júbilo nos pertenece, concordienses, porque Federico Bruno volvió a ganar la Maratón de Reyes, en este caso en la edición 36 y se quedó con el Bi Campeonato hasta ahora, aunque recién sumó una prueba para la gran Copa Challenger, y tendrá que ganar dos más para quedársela, pero también si gana dos más entra en la historia de ser uno de los que ganó cuatro veces la prueba, record de Edgar Lobo. Y creemos que sí, que va por más el Fede.

Pero seguramente, y lejos, será la carrera más difícil que le tocó ganar justo a él, que parece que hace todo fácil en la pista, en la calle, donde sea, pero ayer le costó muchísimo despegarse de sus rivales, que hicieron impresionante carrera, y hablamos de Julius Rono, Martín Méndez, quienes completaron el podio, que no aflojaron sino recién cuando ingresaron al Corsódromo y vieron que era imposible alcanzar a Federico, que corriendo ya cómo podía y no cómo quería, llegó victorioso a la meta tras 31 minutos y 29 segundos, aventajando a Rono por sólo 6 segundos, y a Méndez por 10 nada más.
Así de apretada no solo fue la llegada, sino toda la carrera. Rono llegó a puntear, Bruno llegó a puntear, obvio, Méndez llegó a mandar en la carrera, aprovechando cada uno sus momentos en una carrera donde tuvieron muchísimo respeto por las subidas, que si uno puede verla por tele en estos días poco menos que las hacían en “slow motion” (súper cámara lenta) para no exigirse en demasía, aunque ganas no les faltaban a ninguno. La de calle San Martín, la de Lamadrid y, fundamentalmente, la de San Lorenzo fueron realmente verdaderos filtros para muchos atletas. Muchísimos tuvieron que mermar su carrera, levantar sus tiempos en los relojes de acuerdo a lo que habían entrenado, para tratar de llegar lo más enteros posible a la meta.
Eso hizo Bruno, que no se despegó, o no pudo despegarse, de sus rivales, quienes parejos pasaron las dos primeras lomadas. Pero Bruno se dijo a sí mismo que en la de San Lorenzo había que intentarlo, sí o sí. El fuerte de él era cambiar aire y ritmo en el final, para imponerse. Pero tuvo que poner el doble o el triple de lo habitual, para sacar una pequeñísima luz de ventaja, porque a pesar de lo bien que corrían sus rivales, él sintió que el calor podía ganarle en cualquier momento.
Un sistema de baja presión dominó el ambiente por esas horas y era opresión lo que sentían los atletas en pleno recorrido. También Bruno dijo que “no pensé que el vapor del asfalto se pudiera sentir tanto y eso también me tiró un poco para atrás”, y haciéndonos recordar que no había corrido nunca en este circuito tan exigente, sino que lo había hecho en el de la Costanera, donde termina todo en llano y lo hizo casi a las risas, el año pasado. Y ayer, la foto de la llegada lo grafica, llegó cabizbajo, como mirando sin ver, sin fuerzas siquiera para levantar un brazo en señal de victoria. E incluso, metros antes, miró mínimo dos veces para atrás a Rono, como tratando de que no lo sorprenda una “patriada” del Keniata que corre por Capital Federal. Pero a éste ya tampoco le daban las fuerzas y ni siquiera aunque su mente lo pensara podía reaccionar, y se conformó con el excelente segundo lugar, en una especie de “bueno” con Bruno, porque Rono ganó 2013 y Fede 2014, quebrando la parda en este 2015.
Espectacular, claro, resultó lo de Martín Méndez, que entrena junto con Bruno siempre , lo conoce muy bien y sabía que ayer era un buen momento para ganarle. Puso todo, hizo un “carrerón”, pero no le alcanzó aunque terminó muy contento con su gran trabajo, coronado por el aplauso de la gente.



Esa gente que otra vez merece un párrafo aparte. Y perdón a quienes organizan, perdón Federico Bruno, perdón a todos los 4000 que ayer hicieron un esfuerzo increíble, la gente sigue corriendo la Maratón de Reyes, se roba absolutamente todos los elogios, por ver filas y filas de personas en las veredas tratando de ver algo, y los que estaban en el borde de las veredas exhibieron un respeto y unas ganas de participar, aplaudiendo, alentando, que es sencillamente solo de Maratón de Reyes, es el “copyright” que nos identifica, es lo que hizo grande a esta prueba.


No nos cansamos de decirlo. Y esa gente se da el lujo de batir otro record, con 40 y pico de sensación térmica, de ser la cantidad que más acompañó en la historia de la Maratón de Reyes. Lo dijeron los atletas, lo certificaron los medios, “nunca vi tanta gente en el recorrido como hoy”, nos dijeron tres, diez, cien, todos con los que pudimos estar ayer. Entonces, aunque haya siempre cosas para pulir y mejorar, la organización en general fue realmente estupenda, largada y llegada más que ordenada y limpia, y al recorrido lo hizo la gente en las veredas. Claro que hay que felicitar a todos, a los 4000 por el terrible esfuerzo que hicieron. Claro que hay que decir que dio pavor ver a Enrique Costa llegar totalmente descompensado, pero fue atendido y esperemos se recupere pronto. Pero todo eso encerró la gran fiesta del atletismo de nuestra ciudad, que sigue siendo grande, que volvió a tener un ganador local, que despertó el júbilo de todos en la llegada, que tuvo el nivel deseado, en Rosa Godoy la ganadora de Damas, en Nancy Gallo haciendo otra gran carrera, llegando tercera detrás de Patricia Ponce (la dimos como candidata). “Qué calor de locos, nena, yo me quiero bañar…”, me fui cantando la misma canción, pero feliz de una vez más haber sido testigo de algo sencillamente único. Y por suerte, bien nuestro.


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