con su nuevo enfoque preventivo, dispone de un agente terapéutico nuevo que es el ejercicio físico adaptado a las necesidades individuales. En este sentido es imposible aceptar un programa de actividades físicas sin una planificación adecuada que, a su vez, debe estar basada en una evaluación previa.El nuevo paradigma es salud y aptitud, objetivos a conseguirse con actividades físicas y dentro de este contexto es determinante qué ejercicio recomendar, cuánto y cómo hacerlo. La mayoría de las personas utilizan la variable de trote y carrera y no parece haber mayores impedimentos para implementarla. La caminata, el trote y la carrera son cualidades fisiológicas del ser humano, por todos conocidas y experimentadas en varios momentos de la vida. Si bien y al igual que el correr, existen otras tantas actividades aeróbicas de alto impacto para la salud y aptitud como el remo, ciclismo o la natación, éstas requieren de mayor complejidad de instrumentación y son más fáciles de conducir a la deserción precoz por razones de equipamiento, clima, etc. Se trate de sujetos aficionados, atletas de competición o, simplemente, pacientes portadores de factores de riesgo o aún portadores de enfermedades graves, correr es sencillo y fácil de implementar en todas estas poblaciones. Tradicionalmente, en nuestro país y en el mundo, se realizan las pruebas atléticas de 10 a 42km. Las mismas están destinadas a los habituales corredores de fondo y a los aficionados entrenados para distancias medias. En los últimos tiempos y con el objeto de vencer el flagelo del sedentarismo, se han popularizado las pruebas de calle de 3, 5 y 8km para estimular la participación masiva de público a la vez que interesar a pacientes que hayan padecido algún evento cardiovascular o de otra índole previa autorización del médico tratante.
LOS BENEFICIOS
LOS PERJUICIOS
LAS PRECAUCIONES