Los kenianos Sharon Lokedi y John Korir ganan la 129º edición de la maratón anual más antigua del mundo con récord damas y segunda mejor marca de siempre caballeros
BOSTON (ESTADOS UNIDOS). Entre miles de aficionados que
llenaron las carreteras y calles del camino de Hopkington a Boston mientras
hacían sonar sus campanas, ruido, ruido, ruido, y gritaban, el Maratón de
Boston coronó a dos nuevos reyes en su 129º edición, celebrada puntualmente en
el Día del Patriota, tercer lunes de cada mes de abril, y esta vez aniversario
redondo, el 250, del inicio de las batallas de Concord y Lexington que dieron
lugar a la Revolución de Estados Unidos. Dos kenianos saborearon la gloria bajo
el sol de Boylston Street, John Korir y Sharon Lokedi.
Lokedi no solo ganó, sino que batió el récord del circuito
que desde hace once años ostentaba la etíope Buzunesh Deba con 2h19:59. En una
mañana ideal, con escaso viento y 12º C en la meta, la atleta de 31 años paró
el cronómetro en 2h17:22, una gran marca personal para ella, que apenas había
bajado de 2h23 precisamente el año pasado en Boston, cuando cedió ante su
compatriota Hellen Obiri. "No me esperaba algo así, fui muy rápido, y no
lo estaba mirando", declaró después a la WCVB, que retransmitía la carrera
en Estados Unidos.
En 2025, Lokedi le dio la vuelta a la tortilla y demostró
una vez más que el maratón anual más antiguo del mundo está pensado para
corredores tácticos como ella, que en agosto se quedó a las puertas del podio
en los Juegos Olímpicos de París 2024, y que se mantuvo siempre en el grupo de
cabeza. Se dio el gusto de pasar primera por el medio maratón, en 68:46
minutos, después se refugió tras la fila india que formaron las etíopes
Yalemzerf Yehualaw y Amane Beriso, las más rápidas, y Hellen Obiri, y guardó energías
para el duelo final, a partir del kilómetro 35, con Hellen Obiri, a la que
privó de su tercera victoria consecutiva.
La velocidad de la pista de Obiri, mostrada en otras
ocasiones, le hacía favorita sobre el papel, pero su braceo agónico, puños a la
cara como una boxeadora, no transmitía las mejores sensaciones, a pesar de que
declaró llegar en el mejor estado de forma de su vida. Lokedi tomó la
iniciativa, se acercó a un ritmo de 3:04 minutos el kilómetro, el más rápido de
la carrera, y antes del kilómetro 40, de bajar y subir los túneles que dan paso
al centro de Boston, le sacó 15 metros que acabaron por resultar definitivos.
Solo 19 segundos les separaron en la meta, y Obiri rompió por primera vez la
barrera de las 2h20, una limitación que no le había impedido ganar tres grandes
maratones.
Lokedi, criada en el sistema universitario estadounidense, y
campeona allí de los 10.000m en 2018, se apuntó su segundo gran maratón tras su
victoria en 2022 en Nueva York en su quinta carrera en los 42 kilómetros.
Para John Korir, de 28 años, Boston también supuso su
segunda gran victoria tras ganar el pasado octubre el Maratón de Chicago. El
keniano encontró el momento exacto en el kilómetro 34, remontada la colina de
Heartbreak Hill, el punto más duro del recorrido, el lugar que eligió para
cambiar el ritmo y correr en solitario a por la gloria, piernas que rebotan,
brazos que se mueven como si en lugar de enfrentarse a un esfuerzo supremo
simplemente trotara, y un ritmo que le puso su cuerpo por encima de los 20
kilómetros a la hora, y solo entrando en la ciudad, casi en el kilómetro 40,
ralentizó un poco con una diferencia suficiente sobre sus rivales para saberse
campeón.
Cuando Korir entró en meta en 2h04:45, el segundo mejor tiempo de siempre, y repitió la victoria que su hermano mayor, Wesley Korir, logró hace 13 años en la mítica carrera. "Empecé a apretar después de 20 millas [del kilómetro 32]", recordó el keniano, que ha preparado la carrera con tiradas largas en su país, y que cuando aceleró el ritmo ya no tenía como rival a Sisay Lemma, el hombre más rápido en la salida, que tuvo que pararse poco antes a estirar sus piernas doloridas, y tampoco a Evans Chebet, que tampoco mostraba las mejores sensaciones para hacerse con su tercer triunfo en Massachussets.
Los estadounidenses se quedaron con las ganas de ver a uno de los suyos en el podio. Connor Mantz llegó a Boylston Street con opciones, pero cedió cuatro segundos con Felix Simbu y Cybrian Kotut, todos en 2h05, mientras que el doble campeón mundial de 5.000m, el etíope Muktar Edris, debutó en la distancia con 02h05:59.
Tras él, sexto, llegó el primer atleta de Puma, el
canadiense Rory Linkletter, que con 2h07:02 rebajó en 59 segundos su marca
personal y probó la eficacia de las nuevas zapatillas Fast-R NITRO Elite 3, que
prometen una mejora del 3,15% en la economía de carrera, el calzado del que más
se ha hablado en los últimos días en Boston, donde la marca alemana lo
estrenaba con resultados tan prometedores como el futuro de Lokedi y Korir en
la maratón.
Fuente:www.runnersworld.com/
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