Si
en una persona normal, el 50% del cuerpo es agua, en los corredores llega a un
60% promedio. Y eso es porque tenemos más masa muscular y el 70% de los
músculos es agua. Cuanto más entrenas, más músculo construyes, reduciendo el
porcentaje de grasa. Curiosamente, el tejido graso es el que menos agua
contiene (10%), incluso menos que los huesos (32%) Además, al entrenar aumenta
el volumen de la sangre para aportar más oxígeno a los tejidos y eso implica
más agua por kilo de peso corporal. El agua es muy importante porque es el
medio en el que se producen todas las reacciones celulares, además es
imprescindible para mantener la temperatura corporal constante durante el
ejercicio, absorber y transportar los nutrientes de los alimentos a los tejidos,
lubricar las articulaciones que realizan los movimientos, eliminar los desechos
tóxicos que se producen durante el esfuerzo, etc. Si corres, hazlo siempre bien
hidratado/a para optimizar todas estas funciones. Si no reemplazas la pérdida
de líquido, agotas las reservas de agua y tu cuerpo empieza a sufrir, la sangre
se espesa y el corazón tiene que bombear con más fuerza y disminuye el aporte
de oxígeno y nutrientes que llegan a los músculos. Se calcula que una hora de
carrera provoca una pérdida de líquido entre el 2 y el 5% del peso corporal. Si
no repones esa pérdida bebiendo, se calcula que una pérdida del 3% ya provoca
una deshidratación grave en el deportista. Te vas convenciendo de la
importancia de beber?
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