Tristeza infinita, desconsuelo, impotencia... intento adivinar con cual de todas estas emociones humanas debe estar lidiando el atleta uruguayo Aguelmis Rojas.
Uruguayo por que el articulo 75 de nuestra Constitución, indica que:
Tienen derecho a la ciudadanía legal:
A) Los hombres y las mujeres extranjeros de buena conducta, con familia constituida en la República, que poseyendo algún capital en giro o propiedad en el país, o profesando alguna ciencia, arte o industria, tengan tres años de residencia habitual en la República.
Nuestra constitución dice "arte" y eso es lo que realiza Aguelmis en cada competencia. Un artista de este deporte, que nos regaló -a quienes lo vimos correr el 10 de Abril de 2016- un espéctaculo que estremecía; que emocionaba a quienes amamos este deporte por que se lo veía dejando absolutamente todo en las calles de Montevideo.
Lamentablemente el público uruguayo no tuvo la oportunidad de emocionarse en vivo con el logro de los otros atletas que lograron sus respectivas marcas para los JJOO 2016 en otros países. En su momento festejamos como "un gol en la hora" lo actuado por los hnos. Cuestas en BA2015 y por A.Zamora en Sevilla2016, pero no pudimos, gritarles, trasmitirle nuestro aliento y nuestro empuje en busca de ese objetivo.
Ver... solo pudimos ver a Aguelmis, -principalmente por que primero eligió vivir y formar una familia en Uruguay y- por que luego eligió correr en el Maratón de Montevideo y ese es un punto importante en esta revisión: Aguelmis nos eligió, eligió ser uno más de nosotros.
Aunque a priori lo parezca, esta no es una defensa en favor de la posición del atleta Aguelmis Rojas (con quién tuve apenas una charla en toda mi vida), en cambio, intenta ser una muestra de apoyo al ser humano que más ha perdido en esta situación lamentable generada por la invalidación de la certificación IAAF del Maratón de Montevideo, con lo cual las marcas obtenidas en él no son válidas para clasificar a eventos internacionales: mundiales, JJOO, etc.
En estos días hemos leído lamentables comentarios xenofobos en contra de Aguelmis y vitores en favor de la condición de uruguayo "natural", de la estirpe, del linaje de la sangre charrúa de Andrés Zamora.
Sangre charrúa para mi es una actitud. Es ir "de punto" y salir victorioso. Sangre charrúa es sobreponerse a las adversidades (la soledad del exilio, la nostalgia por los amigos y flia dejados atrás, falta de apoyo ecónomico en su preparación, viento en contra en la carrera, etc)
Sangre charrúa es dar todo y un poco más por lograr lo que uno sueña, para alcanzar el objetivo luego de tanto sacrificio. Sangre charrúa es dar más cuando no puedes más.
Pero no pudo contra todo, lamentablemente no pudo sobreponerse a una de las más firmes costumbres uruguayas, la de hacer las cosas a medias, la de la improvisación, la de "atar con alambre", la de no respetar las reglamentaciones, la costumbre de la chapuza y la falta de profesionalidad.
Lamentablemente los errores en la organización del Maratón de Montevideo 2016 dejan al atleta Aguelmis Rojas sin su sueño olímpico; tiran abajo meses de preparación, de esfuerzo, de renuncias económicas, de sacrificios personales. No es Zamora el "culpable", sino los responsables de la organización del Maratón de Montevideo.
Andrés Zamora (con quien no hablé nunca en mi vida) estaba en todo su derecho de reclamar lo que consideraba graves fallos en la organización del Maratón de Montevideo 2016; eso no lo puede discutir nadie... -algunos dirán que no lo harían si fuera su caso-, pero su derecho al reclamo por considerar que la carrera no era válida es innegable.
Andrés ganó legalmente su derecho a la participación en Rio2016... pero no siempre ganar es ganar.
Andrés ganó el cupo para correr, pero perdió el apoyo de quienes no ven con buenos ojos el accionar del atleta, por considerarlo poco ético, ya que al final el fallo del Comité Arbitral basado en el informe del medidor internacional, invalída la certificación por las modificaciones inconsultas del trazado y no por tener menor distancia de la requerida, los míticos 42195 mts.
Perdió por que ahora hay quienes lo llaman de traidor, lo tildan de mal perdedor entre otros conceptos. Perdió por que en mi opinión le faltó caballerosidad (seguramente influenciado por asesores y formadores de opinión que amplificaron la sensación que el Maratón tenía muchos metros de menos) para aceptar que en la calle su tiempo fué mayor que el de los demás aspirantes.
Aguelmis por el contrario, perdió quizás su última chance de participar en un JJOO, pero sin dudas ganó el reconocimiento de la inmensa mayoría de corredores de Uruguay, se ganó el apoyo de quienes -por su esfuerzo innegable el 10/ABR/2016- lo consideran el merecedor del 3er cupo uruguayo en el Maratón Olimpico de Río2016.
Quienes estuvimos ese día en la rambla de Montevideo como espectadores, quienes corrieron esos 42195 mts (y algunos más), quienes sufrieron el viento infame que tuvieron que enfrentar ese día, quienes pueden darle mayor valor al esfuerzo realizado por Aguelmis Rojas, entenderán que su marca en condiciones normales pudo haber sido aún más importante, esa marca en un circuito válido le daría sin lugar a dudas un lugar en la histora de los JJOO, le daría su segunda participación en Maratón Olímpico.
Desde esta humilde posición de amante de este deporte, vaya mi apoyo al más afectado en esta situación, Aguelmis Rojas De Armas.
Cuando todo esto pase y se recuerde este momento, cuando se repasen actuaciones podremos entender que a veces es mejor perder para ganar.