Los 16 fondistas que disputaron en Río de Janeiro una
carrera de 42 kilómetros para probar la organización y el recorrido del maratón
de los Juegos Olímpicos de agosto próximo en esta ciudad brasileña aprobaron la
ruta escogida por los organizadores.
Me gustó mucho el recorrido. No tiene muchas dificultades y
es fácil por ser totalmente plano”, afirmó el dos veces campeón panamericano
del maratón y dos veces campeón en Nueva York Marilson dos Santos, una de las
esperanzas brasileñas para obtener medalla en Río 2016.
Tal y como está previsto en los Juegos Olímpicos, la carrera
tuvo como punto de partida y de llegada el Sambódromo de Río de Janeiro, la
extensa avenida rodeada de graderíos por la que desfilan todos los años las
famosas escuelas de samba del Carnaval carioca.
El recorrido incluyó tres vueltas al Aterro do Flamengo, una
avenida que bordea el litoral y desde la que se tiene una vista privilegiada de
la bahía de Guanabara y del cerro del Pan de Azúcar, y pasó por importantes
puntos turísticos del centro histórico de Río de Janeiro, como el Museo de Arte
Moderno, la iglesia de la Candelaria y la Zona Portuaria.
La carrera fue promovida por el Comité Organizador Río 2016
como evento para poner a prueba todos los detalles del maratón de agosto
próximo, incluyendo las calles que tendrán que ser bloqueadas, los locales que
exigirán mayor atención para evitar posibles intervenciones del público, y los
sistemas electrónicos de control y de medición de resultados.
Dos Santos, quinto en la prueba en Londres 2012 y que se
entrena con la intención de alcanzar el podio en Río de Janeiro, afirmó que lo
único que lo incomodó fue la alta temperatura y la elevada humedad relativa.
“Pero en agosto el clima estará más agradable”, afirmó el
atleta al recordar que las temperaturas tienden a caer en Río de Janeiro con la
llegada del invierno austral.
Los demás atletas también se quejaron del calor pero
admitieron que en la época de la prueba la temperatura será muy inferior.
El vencedor de la carrera fue Marcio Barreto da Silva, con
2h31m22s, un tiempo muy inferior al necesario para garantizar la clasificación
a los Olímpicos y que mostró que los atletas no estaban interesados en competir
sino en ayudar a organizar los Juegos de Río 2016.
El propio Marilson da Silva, que volvió a correr tras casi
un año parado por una lesión, abandonó mucho antes del final del recorrido.
“La prueba valió la pena por mi regreso ya que estaba hace
mucho sin competir por la contusión en la pantorrilla. La intención de hoy era
conocer el recorrido y volver a competir. Darle continuidad a mi
entrenamiento”, afirmó.
“Los atletas no están preocupados sobre a dónde van a
llegar. Serán 42 kilómetros de cualquier forma”, aseguró Solonei da Silva,
único maratonista brasileño con cupo garantizado en Río 2016, al ser
interrogado sobre la meta de llegada en el Sambódromo.
En prácticamente todos los Juegos Olímpicos el lugar de
llegada tradicional del maratón es el estadio olímpico. Además de Río, la única
excepción fue Atenas tanto en 1896 como en 2004.