Matias Schiel y Jorge Merida |
Marathon de Rotterdam (Holanda) será –el domingo 15 de abril- el marco definitivo para designar a los maratonistas argentinos con ambiciones de participar en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Miguel Angel Bárzola ya tiene su puesto asegurado en el equipo olímpico, por lo que no asistirá en Rotterdam, justamente el circuito donde un año atrás –en su debut en la distancia- consiguió la marca mínima “A” de 2 horas y 15 minutos. La Confederación Argentina de Atletismo colocó como único requisito posterior que Bárzola confirmara su estado en un medio maratón por debajo de 1h05, algo que el fondista oriundo de Bragado acaba de lograr el último domingo en Lisboa
(1h04m37s).
Pero, para el resto de los maratonistas argentinos, Rotterdam marca la última chance.
“Es el evaluativo final, luego se decidirá el equipo”, precisó el profesor Juan Scarpin, titular de la CADA. También se informó que habrá control antidóping en Rotterdam.
De acuerdo a las normas de la Federación Internacional de Atletismo, un país puede anotar un atleta por prueba en caso de que éste logre la marca mínima “B”. Y se pueden anotar hasta tres atletas, pero si todos consiguen la marca “A”. En el caso de los varones, en el maratón, al tener Bárzola la marca principal, el resto de los atletas argentinos que quieran llegar a Londres deberán correr en 2h15 o menos (la B es 2h18 y no les alcanzaría).
Los que viajan a la ciudad holandesa en pos de este objetivo son el bonaerense Ulises Sanguinetti, los chubutenses Matías Martín Schiel y Jorge Luis Mérida, el sanjuanino Diego Elizondo –debuta en la distancia- y Leonardo Junior da Silva, un brasileño de larga residencia en nuestro país y que ahora tomó la nacionalidad argentina. Entre ellos, Sanguinetti, procedente de Tres Arroyos, es el más experimentado en maratón y tiene un mejor registro de 2h20m28s, también logrado un año atrás en este circuito de Rotterdam.
En el caso de las mujeres, la situación es distinta. Hasta el momento, hay tres atletas argentinas que lograron la marca mínima “B”, durante la última temporada: Karina Córdoba con 2h38m30s en Valencia, María de los Angeles Peralta con 2h38m51s en Chicago y María Raquel Maraviglia con 2h41m23s en Rotterdam.
Peralta competirá en Rotterdam, al igual que otras con ambiciones olímpicas: las chubutenses Sandra Amarillo y Karina Neipán, la bonaerense Andrea Graciano (ganadora del último maratón de Buenos Aires con 2h46m34s), la cordobesa Rosa Godoy (en su esperado debut para los 42 km) y María Victoria Di Saviano, otra chubutense radicada en EE.UU. y cuyo mejor antecedente es 2h53m17s en Toronto). Godoy, subcampeona sudamericana de los 5.000 y 10 mil metros llanos en pista, y múltiple recordwoman nacional, tanto en pista como ruta, se juega ahora sus posibilidades de llegar a Londres en una distancia nueva para ella.
Karina Córdoba, radicada en España, no asistirá a la cita holandesa y quedará a la espera de lo que allí suceda para conocer su suerte.
Las marcas mínimas fijadas por la IAAF para el maratón femenino son 2h37m (A) y 2h43m (B). Si una de aquellas argentinas consigue en Rotterdam la marca A, quedará automáticamente clasificada para los Juegos. Pero si ninguna lo hace, irá a Londres la mejor entre las que tengan marca B, situación en la que –hasta ahora- se encuentra Córdoba.
El maratón es la prueba emblemática del atletismo argentino en los Juegos Olímpicos, ya que allí justamente disfrutó de su mayor gloria con los triunfos de Juan Carlos Zabala (Los Angeles 1932) y Delfo Cabrera (Londres 1948), además del subcampeonato olímpico de Reinaldo Gorno (Helsinki 1952) detrás de la “Locomotora Humana”, Emil Zatopek. Este año el maratón femenino fue programado para el 5 de agosto y una semana después se correrá el masculino, en la misma ciudad donde –un 7 de agosto de hace 64 años- Delfo Cabrera consiguiera su histórica medalla dorada y otros dos argentinos, Eusebio Guíñez y Armando Sensini, también se ubicaran en el top 10, donde nuestro último exponente fue Herman Oscar Cortinez en Sidney 2000. En damas, donde el maratón figura en el programa olímpico desde 1984, las representantes argentinas fueron Griselda González en Atlanta 1996 y Sandra Torres Alvarez en Atenas 2004.
El escenario
El maratón de Rotterdam está considerado uno de los más veloceses y prestigiosos del circuito mundial. Y por eso, varios países lo eligieron como sede para su evaluación final de los maratonistas hacia los Juegos.
Esa tradición de grandes marcas tuvo un hito en 1988, cuando el etíope Belayneh Dinsamo consiguió 2h06m50s para batir un récord mundial de larga data.
El mejor registro en Rotterdam pertenece al kenyata Duncan Kibet con 2h04m27s en 2009, cuando superó –al pecho- a su compatriota James Kipsang. Los registros de ambos figuran 5° y 6° respectivamente en el ránking mundial de todos los tiempos. El tercer lugar de aquella carrera fue para otro de los “legionarios” de Kenia, el actual campeón del mundo Abel Kirui. Un año después, la carrera fue ganada por otro keniata, Patrick Makau, con 2h04m48s: se trata del actual recordman mundial (2h03m38s en Berlín 2011). Makau aventajó allí por apenas siete segundos a Geoffrey Kiprono.
Según anticipó el director de la prueba, Mari Kadiks, el “field” incluirá a un número importante de corredores de elite. Entre ellos volvería el citado Duncan Kibet. Y ya se aseguraron la participación de Moses Cheruiyot Mosop, autor de 2h03m06s en el maratón de Boston (segunda marca más veloz de la historia, aunque no homologable por el circuito). También estará el etíope Getu Fekele, con antecedente de 2h05m16s al ganar el maratón de Amsterdam 2010.
Pero, para el resto de los maratonistas argentinos, Rotterdam marca la última chance.
“Es el evaluativo final, luego se decidirá el equipo”, precisó el profesor Juan Scarpin, titular de la CADA. También se informó que habrá control antidóping en Rotterdam.
De acuerdo a las normas de la Federación Internacional de Atletismo, un país puede anotar un atleta por prueba en caso de que éste logre la marca mínima “B”. Y se pueden anotar hasta tres atletas, pero si todos consiguen la marca “A”. En el caso de los varones, en el maratón, al tener Bárzola la marca principal, el resto de los atletas argentinos que quieran llegar a Londres deberán correr en 2h15 o menos (la B es 2h18 y no les alcanzaría).
Los que viajan a la ciudad holandesa en pos de este objetivo son el bonaerense Ulises Sanguinetti, los chubutenses Matías Martín Schiel y Jorge Luis Mérida, el sanjuanino Diego Elizondo –debuta en la distancia- y Leonardo Junior da Silva, un brasileño de larga residencia en nuestro país y que ahora tomó la nacionalidad argentina. Entre ellos, Sanguinetti, procedente de Tres Arroyos, es el más experimentado en maratón y tiene un mejor registro de 2h20m28s, también logrado un año atrás en este circuito de Rotterdam.
En el caso de las mujeres, la situación es distinta. Hasta el momento, hay tres atletas argentinas que lograron la marca mínima “B”, durante la última temporada: Karina Córdoba con 2h38m30s en Valencia, María de los Angeles Peralta con 2h38m51s en Chicago y María Raquel Maraviglia con 2h41m23s en Rotterdam.
Peralta competirá en Rotterdam, al igual que otras con ambiciones olímpicas: las chubutenses Sandra Amarillo y Karina Neipán, la bonaerense Andrea Graciano (ganadora del último maratón de Buenos Aires con 2h46m34s), la cordobesa Rosa Godoy (en su esperado debut para los 42 km) y María Victoria Di Saviano, otra chubutense radicada en EE.UU. y cuyo mejor antecedente es 2h53m17s en Toronto). Godoy, subcampeona sudamericana de los 5.000 y 10 mil metros llanos en pista, y múltiple recordwoman nacional, tanto en pista como ruta, se juega ahora sus posibilidades de llegar a Londres en una distancia nueva para ella.
Karina Córdoba, radicada en España, no asistirá a la cita holandesa y quedará a la espera de lo que allí suceda para conocer su suerte.
Las marcas mínimas fijadas por la IAAF para el maratón femenino son 2h37m (A) y 2h43m (B). Si una de aquellas argentinas consigue en Rotterdam la marca A, quedará automáticamente clasificada para los Juegos. Pero si ninguna lo hace, irá a Londres la mejor entre las que tengan marca B, situación en la que –hasta ahora- se encuentra Córdoba.
El maratón es la prueba emblemática del atletismo argentino en los Juegos Olímpicos, ya que allí justamente disfrutó de su mayor gloria con los triunfos de Juan Carlos Zabala (Los Angeles 1932) y Delfo Cabrera (Londres 1948), además del subcampeonato olímpico de Reinaldo Gorno (Helsinki 1952) detrás de la “Locomotora Humana”, Emil Zatopek. Este año el maratón femenino fue programado para el 5 de agosto y una semana después se correrá el masculino, en la misma ciudad donde –un 7 de agosto de hace 64 años- Delfo Cabrera consiguiera su histórica medalla dorada y otros dos argentinos, Eusebio Guíñez y Armando Sensini, también se ubicaran en el top 10, donde nuestro último exponente fue Herman Oscar Cortinez en Sidney 2000. En damas, donde el maratón figura en el programa olímpico desde 1984, las representantes argentinas fueron Griselda González en Atlanta 1996 y Sandra Torres Alvarez en Atenas 2004.
El escenario
El maratón de Rotterdam está considerado uno de los más veloceses y prestigiosos del circuito mundial. Y por eso, varios países lo eligieron como sede para su evaluación final de los maratonistas hacia los Juegos.
Esa tradición de grandes marcas tuvo un hito en 1988, cuando el etíope Belayneh Dinsamo consiguió 2h06m50s para batir un récord mundial de larga data.
El mejor registro en Rotterdam pertenece al kenyata Duncan Kibet con 2h04m27s en 2009, cuando superó –al pecho- a su compatriota James Kipsang. Los registros de ambos figuran 5° y 6° respectivamente en el ránking mundial de todos los tiempos. El tercer lugar de aquella carrera fue para otro de los “legionarios” de Kenia, el actual campeón del mundo Abel Kirui. Un año después, la carrera fue ganada por otro keniata, Patrick Makau, con 2h04m48s: se trata del actual recordman mundial (2h03m38s en Berlín 2011). Makau aventajó allí por apenas siete segundos a Geoffrey Kiprono.
Según anticipó el director de la prueba, Mari Kadiks, el “field” incluirá a un número importante de corredores de elite. Entre ellos volvería el citado Duncan Kibet. Y ya se aseguraron la participación de Moses Cheruiyot Mosop, autor de 2h03m06s en el maratón de Boston (segunda marca más veloz de la historia, aunque no homologable por el circuito). También estará el etíope Getu Fekele, con antecedente de 2h05m16s al ganar el maratón de Amsterdam 2010.
fuente: cada
foto: Matias Schiel y Jorge Merida