"Un corredor de maratones siente el sol en su rostro, la lluvia, el viento, el aire penetrar en sus células, sufre, disfruta, sus salidas cotidianas, que lo mejoran en la carrera y
también en la vida.
“La maratón es una especialidad deportiva que goza de enorme popularidad, como demuestra el hecho de que cada vez son más las maratones populares que se organizan y mayor el número de participantes” cita los autores Buceta, López, Pérez-Llantada, Vallejo y Del Pino (2002).
Maratones pero principalmente corridas urbanas han aumentado en cantidad y calidad. Desde el punto de vista mediático y de la participación de las personas podemos observar que cada día más, se animan a lanzarse a caminar por calles y cerros.
Pero otro índice de crecimiento es la especialización en los eventos y en las personas, observándose por ejemplo, en la indumentaria técnica y en la calidad de los entrenamientos.
También el mismo merchandising que se ha realizado en torno a este tipo de eventos ha aumentado considerablemente, reflejándose en las ventas, especialmente de zapatillas, poleras y pantalones específicos para la práctica de este deporte.
En relación a lo anterior ha contribuido fuertemente también el desarrollo tecnológico que han tenido los distintos implementos utilizados en estas pruebas.
Desde poleras, medias técnicas, pantalones con un sistema específico para evitar el roce del viento y la transpiración, hasta zapatillas con sofisticadas amortiguaciones, incluyendo la fusión más mediática que haya podido observarse hasta el momento, entre Apple y Nike para crear el concepto Turn you run, donde el corredor conoce exactamente, el tiempo, las calorías, la distancia y la frecuencia de su movimiento, mediante la información que un chip, instalado en una de sus zapatillas, le envía a un Ipod Nano.
Esta situación además, ha estado invariablemente aparejada además una mayor rigurosidad y aporte científico en los tipos de preparación deportiva. Pero es claro que a la base de todo este crecimiento está el fuerte cambio que han experimentado las personas que lo practican.
En un comienzo el salir a trotar era visto sólo como una posibilidad de aumentar la actividad física diaria, es decir, sobre todo para las personas sedentarias, el correr se realizaba cuando se podía. Luego con el surgimiento de algunos clubes de running esta actividad incorporó una veta más social, donde las personas se reúnen ciertos días definidos con el objetivo de realizar ejercicio físico de manera colectiva.
Este auge ha llegado hasta tal punto que han surgido clubes especialmente orientados a entrenar a las personas, no sólo para los distintos circuitos nacionales, sino que también ofrecen la posibilidad de preparación para satisfacer la gran oferta internacional de Maratones (principalmente la de Chicago, Nueva York, Boston y Buenos Aires).
El running y la calidad de vida de las personas
Hoy día dada la emergente exigencia social, reflejados en el aumento de los niveles de competitividad en muchos ámbitos de la vida, el running aparece como una alternativa al deporte competitivo, dejando atrás la idea de actividad física o simplemente de ejercicio social.
Los objetivos de las personas han cambiado, ya no sólo se sale a correr por sentirse bien o por indicación médica, sino que también como preparación para las carreras en sus diversas distancias y eventualmente para una maratón, tanto en las que se organizan en Chile como para las variadas ofertas existentes en el extranjero.
La vestimenta y el tipo de entrenamiento es sólo un punto dentro de todos los factores que han llevado a la práctica masiva del running. El discurso desde el punto de vista físico, médico y psicológico ha sido contundente en demostrar reiteradamente los múltiples beneficios que conlleva la realización de este ejercicio físico, incluso por sobre otros deportes. Tomando en cuenta sólo la variable psicológica podemos señalar que el trotar o correr permite sentirse bien principalmente debido a la liberación natural de unas sustancias denominadas endorfinas que aumentan la euforia y el placer. Otro tema relevante guarda relación con la capacidad del ser humano de proponerse metas y trabajar para su logro.
Desde el punto de vista médico podemos decir que el realizar una actividad física como esta también tiene múltiples beneficios tales como el incremento funcional del sistema respiratorio, ya que, se produce un sistema de intercambio de gases en el pulmón y en la musculatura responsable de la respiración (diafragma, intercostales, dorsales). El trabajo del diafragma ayuda al retorno venoso de la sangre al corazón y el tránsito intestinal.
También mejora la calidad ósea debido a que la acción trópica de las tensiones mecánicas provocadas por el ejercicio, aumenta la densidad del hueso previniendo la aparición de osteoporosis y fracturas.
Desde el punto de vista cardiovascular se consigue el refuerzo y entrenamiento de la contractibilidad miocárdica (músculo cardíaco), con ritmo regular y lento, permitiendo en todo momento al corazón funcionar de forma adecuada, sin esfuerzo. El ejercicio favorece una disminución de la arteriosclerosis y de la hipertensión.
El ejercicio físico aumenta la fuerza de los músculos, asegurando una mayor movilidad y estabilidad articular, favoreciendo la resistencia al esfuerzo. Otra situación relacionada con estos aspectos es la flexibilidad, ya que, la actividad física produce que músculos y tendones conserven articulaciones flexibles que facilitan el movimiento y aumentando la capacidad para absorber los esfuerzos.
Ahora, desde el punto de vista social, no cabe duda que una persona dedicada al deporte genera en su entorno inmediato –familia, amigos, compañeros de trabajo- un sistema distinto que compromete actitudes y conductas muy disímiles a las que llevan a cabo habitualmente los no deportistas.
Esto, que ya es impactante para aquellos que en su proceso formativo han decidido dedicarse al deporte de alto rendimiento, lo es mucho más para aquellos que en forma tardía (como suelen hacerlo muchos corredores y maratonistas hoy en día) suelen tomar una decisión como esta. Primero porque significa modificar rutinas ya establecidas en lo personal y en algunos casos muy enraizadas en lo familiar, reasignándose en la mayoría de las situaciones, cambios en los modos de vida, en la convivencia familiar e incluso en el tipo de alimentación.
Estos cambios pueden ser muy gravitantes y problemáticos sino se consideran algunos elementos. Lo primero que debe hacer una persona que comienza a dedicarse al running es establecer con toda acuciosidad los cambios que esto puede implicar. Desde los entrenamientos, hasta los descansos y la alimentación. Vale decir, debe vislumbrar tanto los costos como los beneficios de la dedicación a una actividad como esta. Para ello una de las claves está en determinar la meta de todo y los objetivos que conducirán a dicha meta, ya que, no será lo mismo sólo salir a trotar o correr por prescripción médica, que entrenar cierta cantidad de horas, buscando mejorar los tiempos con una exigencia competitiva.
Otra situación que no debe dejar de hacerse es indagar en la familia (u otras personas significativas que cumplan un rol familiar) esta posibilidad, recogiendo opiniones y exponiendo con toda claridad los costos de este emprendimiento. En general cuando la familia es tomada en cuenta para este tipo de decisión existe, por parte de ella, una mayor adherencia y colaboración, si no puede existir una sensación de cambio de prioridades, si por ejemplo quién ha decidido salir a correr es uno de los padres, la otra pareja o los hijos, pueden percibir un sentimiento de abandono. Ahora si es el caso de que en la familia ya existen otros deportistas, será más fácil hacer la transición de este proceso, porque en definitiva, se conocerá este particular estilo de vida.
Pero a veces resulta muy difícil comprender, por parte de los otros no deportistas una decisión como esta, ya que, algunos de los beneficios que trae la práctica del running se obtienen, en el mejor de los casos, en el mediano plazo, lo que dificulta su comprensión inmediata.
Una buena herramienta para aminorar el impacto de este cambio es tratar de incorporar, en lo posible, a los demás integrantes. En el caso de los hijos sería bueno acercarlos de manera lúdica a este entorno (si es que son pequeños) o inducirlos directamente a la práctica de algún deporte. En ese sentido ha sido muy interesante observar como en las corridas familiares generalmente están participando los padres con sus hijos.
n definitiva siempre es bueno considerar que la dedicación deportiva no sólo trae importantes beneficios a nivel personal, sino que además si se canalizan de manera adecuada, puede favorecer muchos cambios positivos a nivel familiar. Por ejemplo puede aumentar la vida social de pareja, ya que, por medio del running suelen crearse nuevos vínculos afectivos. También la familia puede verse unida frente a un tema común (apoyo a uno de sus miembros en una competencia) y por último el positivo impacto que obtiene una persona deportista permite que ésta pueda disponerse con una actitud más positiva, una alta autoconfianza y adecuada empatía hacia los que conforman el ambiente inmediato.
Beneficios psicológicos del running
Los motivos que subyacen en una persona para largarse a trotar y correr las más diversas distancias, no siempre se relaciona con sentirse saludable o bajar de peso. Hoy en día las propias exigencias que nos impone el mundo laboral hacen que el ejercicio físico sea más que un simple momento de diversión y placer, sino que adicionalmente confluyan ciertas variables que unidas conforman lo que denominamos “beneficios secundarios” del ejercicio físico, como por ejemplo, los factores psicológicos y sociales.
Es importante comenzar diciendo que existe un principio biológico fundamental –el de las endorfinas- que subyace a cualquier beneficio psicológico, ya que, esta hipótesis plantea que cuando una persona realiza cualquier tipo de ejercicio físico se liberan de manera natural unas sustancias bioquímicas denominadas endorfinas, que son secretadas por el cerebro y que actúan reduciendo el dolor y aumentando el placer, tanto durante como finalizada la actividad física.
En el caso específico de las personas que corren con una frecuencia semanal de al menos tres veces con una intensidad media, provoca una agradable sensación corporal de placidez que se ha acuñado con el término “runner’s high” (que en español podría traducirse como el bienestar del corredor) para resumir la sensación de bienestar, de tranquilidad y de equilibrio.
Este efecto biológico en el organismo trae importantes beneficios a nivel psicológico, ya que, la percepción de bienestar somático afecta positivamente en la reducción de los síntomas en trastornos como la depresión o el estrés, si lo miramos desde un punto de vista clínico. Pero si nos acercamos más al ámbito deportivo observaremos una positiva correlación entre el ejercicio físico y variables psicológicas como la autoconfianza, el autocontrol emocional y las expectativas de autoeficacia.
Cuando una persona trota o corre generalmente, lo hace con algo de planificación, incluso por más lúdico que sea. Vale decir, se establece una meta. En algunos casos estará más relacionado con la salud (por indicación médica frente a una lesión o problema físico), para bajar de peso o en último término simplemente para sentirse bien.
En otros casos el objetivo tendrá un componente más competitivo, ya sea por un desafío personal o por querer derrotar a otro.
En cualquiera de los casos anteriores siempre provocan que esa persona movilice o canalice toda su energía en lograrlos y ello trae aparejado un aumento en la autoconfianza que puede traspasarse también a lo que habitualmente en el deporte más competitivo se designa como “expectativas de autoeficacia” (percepción que se tiene de poder realizar satisfactoriamente una ejecución deportiva).
Si además este ejercicio es reforzado por un otro significativo (familiar, amigo, pareja) provoca un impacto más positivo en la autoestima, pudiendo observarse, por ejemplo, en una mejor socialización de la persona en ámbitos familiares, laborales o sociales.
Un mejor control emocional se debe en un primer momento a lo señalado anteriormente con la liberación de serotonina que se produce con la realización de una actividad intensa, pero también se ha observado que guarda relación con una secreción de sustancias muy parecidas a los esteroides que tendrían efectos positivos en el mejoramiento de las respuestas al estrés.
"El maratonista tiene una filosofía de Vida , siempre que cae vuelve a levantarse, y no es un desafío alcanzar la meta, es una recompensa
Finalmente podemos concluir que el correr, como muchos otros tipos de movimiento humano, produce ciertos beneficios psicológicos relacionados por un bienestar corporal, pero también fuertemente apoyados por la posibilidad que tiene la persona de meditar y analizar sus problemas en este “tiempo muerto”, lejos del foco de conflicto.
En resumen podemos decir que desde el punto de vista psicológico, el running favorece las siguientes situaciones:
- El trotar libera endorfinas que producen mejoras en el ánimo y disminuyen el dolor.
- Esa sensación placentera a nivel corporal (producto de las endorfinas) activa una relajación y tranquilidad a nivel mental.
- Permite a la persona tener una sensación de rápido progreso debido a la baja complejidad de su práctica, favoreciendo el proceso volitivo y motivacional.
- Hay una relación casi directa entre esfuerzo personal y resultado, lo que fortalece las expectativas de autoeficacia (creencia de que uno puede dominar una situación y producir resultados positivos).
- A través del running se pueden vislumbrar progresos y beneficios en el corto plazo, evitando el abandono prematuro o desmotivación (con un adecuado plan de metas y objetivos).
- No se requieren grandes habilidades y destrezas psicológicas, ya que se trata de un deporte con oposición indirecta (el rival está presente durante la competencia no interviene necesariamente en la ejecución deportiva propia) y sin cooperación (deporte individual).
- Permite masividad pero desde lo individual, favoreciendo el desarrollo y capacidad personal, independiente lo que suceda con el resto de los participantes.
- Tener una bitácora de entrenamientos y registro de competencias, puede ayudar al proceso motivacional convirtiéndose en un importante motor y energía para el entrenamiento diario.
- La relación costo – beneficio es baja, ya que bastan inicialmente unas buenas zapatillas. Esto podría ayudar a disminuir la presión por el resultado.
- Potencia el locus de control interno (atribución de un triunfo o una derrota a causas internas), debido a que el porcentaje más alto depende del rendimiento y no de la implementación deportiva.
- Desarrolla dos motivaciones esenciales del ser humano: la centrada en la tarea (aquella que favorece el proceso personal, más que los resultados) y la motivación cotidiana (disfrute de la actividad por sí misma) que pueden llevar a mejores resultados.
- Los corredores nos beneficiamos orgánica y psiquicamente, los planes de entrenamiento deben realizarse en la medida justa, no sobreentrenarnos y con un control medico adecuado, para ser deportistas sanos en cuerpo, mente y espíritu. Y de esa manera poder disfrutar, el renovado encuentro con la naturaleza, sin mas premio que vivir la armonía del cuerpo.
Marcela Pensa
Prof de Ed. Fisica, Entrenadora, Maratonista
Referencias: Intervención psicológica con corredores de maratón: características y valoración del programa aplicado en el Maratón de Madrid. Revista de Psicología del Deporte. Buceta, J., López, A., Pérez-Llantada, M., Vallejo, M. y del Pino, M. (2002)
Beneficios psicológicos y sociales del ejercicio físico Cauas, R. (2006, Julio)
EFDeportes.com, Articulo El boom del runnig desde una perpesctiva psicologica
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fuente: facebook de Marcela Pensa referido a atletismo de fondo ---información: recorre Uruguay