Extendiendo la tradición de los muy buenos mediofondistas surgidos de tierra entrerriana -y cuyo recordman nacional Federico Bruno es el máximo exponente- Dylan Damián van der Hock, otro triunfo de Concordia, se llevó la medalla de oro en los 1.500 metros llanos con 3m.50s.73, delante del chileno Brayan Jara.
El segundo título para el equipo argentino llegó con la santafesina Luciana Gómez-Iriondo en el salto con garrocha. Pasó la varilla a 3,90 m., quedando en el segundo puesto la colombiana Tatiana Bedoya con 3.47. Y la argentina Sofía Hryncszyzyn se llevó la medalla de bronce con 3,32 m.
Y poco después, Lautaro Amarilla, misionero, logró el tercero en lanzamiento de jabalina con 62,72 metros.
También se destacó el fondista Matías Reynaga con su segundo puesto en 5.000 metros con 14.43.50, en tanto Juan Arriéguez logró la medalla de bronce en lanzamiento de bala con 17,02 m., en prueba dominada por el colombiano Ronald Grueso con 17,88 m.
Sebastián Giuliani también logró una buena marca de 43m47s51 en la marcha de 10.000 m, donde ocupó el sexto lugar de una prueba de alto nivel, ganada por el colombiano Cristian Rojas.
Después de múltiples vicisitudes -en medio de todas las dificultades y restricciones que impone el drama de la pandemia- los juveniles argentinos pudieron llegar a Lima y tienen así una oportunidad de competencia, en un certamen que representa el trampolín hacia el Mundial u20 de Nairobi, el mes próximo.