Del Castillo comenzó su recorrido en el año 1994 en Concordia, y desde entonces no dejó de participar activamente en pruebas combinadas. A lo largo de 31 años, disputó y completó 21 temporadas del Circuito Entrerriano y las 6 ediciones del Duatlón Jeep, consolidándose como uno de los atletas más perseverantes y emblemáticos del país.
Una trayectoria de pura dedicación
El deportista concordiense ha recorrido 27 ciudades entrerrianas, siendo Concordia el lugar donde más veces compitió, con 24 participaciones. También fue protagonista en 7 campeonatos argentinos y representó a la provincia en 4 ediciones del mítico Duatlón Hombre de Piedra en Tandil.
Su carrera deportiva no estuvo exenta de dificultades. Enfrentó dos cirugías de rodilla que lo alejaron de las competencias por un tiempo y, a comienzos de este año, incluso temió no poder continuar corriendo. Sin embargo, fiel a su espíritu inquebrantable, regresó para alcanzar el ansiado número 200, símbolo de su entrega y amor por el duatlón.
Un ejemplo dentro y fuera de la competencia
Contador Público de profesión, Del Castillo combina su vida laboral y familiar —junto a su esposa Flavia y sus hijas Lara y Paula— con su intensa actividad como presidente de la Asociación Concordiense de Pruebas Combinadas. Desde ese rol, ha impulsado el crecimiento del duatlón y el triatlón en toda la región, organizando competencias de alto nivel y promoviendo el desarrollo de nuevos atletas.
Una celebración llena de emociones
El duatlón número 200 fue un verdadero homenaje a su trayectoria. En la línea de llegada, lo esperaban sus hijas con una banda que decía “Yo lo hice”, en un gesto cargado de simbolismo y emoción.
Durante el almuerzo de premiación, la intendenta de Villa del Rosario le entregó un reconocimiento especial y expresó palabras de profundo afecto hacia este referente del deporte entrerriano, destacando su constancia, humildad y pasión.
Un legado para el deporte entrerriano
Javier del Castillo es, sin dudas, un ejemplo de perseverancia, amor por el deporte y compromiso con la comunidad atlética. Su logro de llegar a los 200 duatlones lo convierte en una figura inspiradora para las nuevas generaciones y en un emblema del duatlón provincial y nacional.
“Yo lo hice” fue la frase que selló un sueño cumplido, pero también una historia que seguirá inspirando a quienes ven en el esfuerzo y la pasión el verdadero sentido del deporte.
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