Mostrando las entradas con la etiqueta tras el maratón de Londres. Mostrar todas las entradas
Mostrando las entradas con la etiqueta tras el maratón de Londres. Mostrar todas las entradas

miércoles, 25 de abril de 2018

El maratón no es para todos


El maratón es una distancia mítica por todas las historias que rodean esta prueba desde su origen hasta que se incluyó en los Juegos Olímpicos de Atenas en 1896. La han disputado los mejores fondistas de siempre, con imágenes de sufrimiento y victoria que forman parte de nuestra memoria colectiva, y también muchos aficionados, que sueñan con acabar el reto de los 42,195 kilómetros al menos una vez en la vida.

 En los últimos años, la explosión del 'running' ha supuesto una gran noticia de salud pública: nuevos corredores apuestan por el ejercicio como un modo de vida, aunque algunos hayan desistido después de algún tiempo de entrenamiento. Pero esa bendita fiebre por el deporte, y por las carreras y los retos de superación, no debe llevarnos a engaño: el maratón no es una distancia para todos. Correr es divertido y sano, libera endorfinas, te ayuda a estar mejor, pero todos los cuerpos no están preparados para una prueba de la exigencia de los 42.195 metros.Para empezar, los corredores que no pertenecen a la élite no tienen los cuidados con los que cuentan los mejores del mundo: entrenamientos regulados, alimentación controlada, servicios médicos y de fisioterapeutas, descanso..

En definitiva, su vida está orientada a afrontar dos o tres maratones al año de alta competición. Sin embargo, la mayoría de los aficionados, además de entrenar y descansar lo que pueden, deben dedicarse a otras muchas actividades diarias que entorpecen la preparación seria de un maratón.Y no es cuestión sólo de entrenar. La exigencia de 42,195 kilómetros es extrema, tanto desde el punto de vista muscular como de la salud. La maratoniana Alessandra Aguilar reconocía recientemente que ha tenido mejores analíticas durante su embarazo que mientras entrenaba y competía, dato que habla por sí solo de la dureza que acarrea la preparación de un maratón para un atleta de élite.

La imagen del colapso del australiano Callum Hawkins en los Juegos de la Commonwealth a pocos metros de la meta abrió el debate sobre la ayuda que hay que dispensar a estos atletas en competiciones de máxima exigencia. Y son imágenes dramáticas, que no deberían repetirse, pero se trata de deportistas de alto nivel que enfocan su vida a un evento y conocen la distancia, su cuerpo, las reglas...

El lunes se conoció el fallecimiento tras el maratón de Londres de Matt Campbell, un atleta aficionado de 29 años, conocido en Inglaterra por su participación en la versión británica del programa televisivo 'Masterchef'. Independientemente del estado de forma que tuviera, las noticias que llegan desde Londres apuntan que corrió dos maratones en 15 días, algo totalmente fuera de lugar para cualquiera que conozca la distancia.

El maratón es algo muy serio. No hay que tenerle miedo, pero sí mucho respeto. Y ser consciente de que ni siquiera con el mejor entrenamiento cualquier persona puede correrlo. Quizás es mejor adecuar las pruebas en las que se participa al físico de cada uno -medio maratón, 10 ó 5 km- porque los retos y la superación personal no se plasman en la distancia a la que esté la meta sino en cada zancada que se dé con una zapatilla puesta.


Fuente : Diario Marca