El británico de 37 años demuestra que puede aspirar a repetir título de 10 kilómetros olímpico en Tokio
Hacía mucho tiempo que no se veía a MoFarah en competición, desde su participación como liebre en el maratón de Londres 2020 no se sabía
nada de un atleta que quiere volver a colgarse un oro olímpico en Tokio. A
juzgar por su actuación en el regreso toda va viento en popa, puesto que ha
ganado el medio maratón de Yibuti a rivales que sirven para medir su nivel.
El calendario cifraba en seis meses la ausencia del
británico Mo Farah de una competición, puesto que oficialmente su última
carrera fue su victoria en el medio maratón de Antrim Coast. Si se tiene en
cuenta que el fondista tiene 37 años, existía la incógnita sobre si sería capaz
de recuperar el ritmo después de los confinamientos en la pandemia y revalidar
su título de los 10 kilómetros en pista en los Juegos Olímpicos.
Su vuelta tuvo lugar en Yibuti, un medio maratón al que el
británico de raíces africanas tiene cariño. Se había criado en la capital del
país y recuerda los tiempos en que jugaba al fútbol de niño en la región. Pero
ya de adulto y como atleta profesional corrió y ganó con tres minutos y siete
segundos por encima de la hora. Y lo más importante, con cuatro segundos de
ventaja sobre Bashir Abdi, el compañero de entrenamientos y plusmarquista de 20
kilómetros en septiembre.
Las condiciones de la carrera fueron buenas, puesto que el
termómetro se estabilizó en 28 grados de temperatura y Mo Farah pudo ajustar
bien su ritmo. El campeón olímpico de los 10.000 metros despejó así las dudas y
encadenó dos victorias en sus últimas carreras completadas, aunque la última
había sido disputada el 12 de septiembre del año 2020. Entonces corrió en una
hora y 27 minutos, un tiempo más rápido, pero menos cercano en el tiempo a su
objetivo en Tokio.
Fuente: www.runnersworld.com