Esta fue la clasificación de los atletas argentinos en estos juego de Múnich 1972 , debido a un desvanecimiento cuando le faltaban apenas 50 metros para terminar, fue un argentino: Nazario Araujo. Se encontraba junto al puesto 50 y, poco después, llegó su compatriota Fernando Molina, 53° con 2h38m16s y dos puestos después, Ramón Cabrera en 2h38m18s6.
Oriundo de La Cruz, un
pueblito de 2.000 habitantes en el
corazón de Corrientes, Cabrera había empezado a correr en la vecina Curuzú
Cuatiá con 14 años y más adelante, llegó a Buenos Aires donde se enroló en las
filas de Allevi Club, un modesto, entusiasta y pujante equipo liderado por
Ismael Yanuzelli. Y que para los Juegos de Munich concretó –desde sus
entrenamientos en el Parque Los Andes, junto a la Chacarita- una auténtica
proeza: clasificó a tres atletas. Los citados Cabrera y Molina en maratón, y
Adalberto Scorza en la marcha de los 50 kilómetros.
La clasificación de Molina y Cabrera, junto a Nazario
Araujo, para aquel plantel olímpico también tuvo sus curiosidades. Las pruebas
de calle recién habían retornado a Buenos Aires, después de un período de
prohibición, y la primera edición de Fiestas Mayas –el 25 de Mayo de 1972,
sobre 12 km entre la Plaza de Mayo y el Estadio de River- fue todo un
acontecimiento. El popular relator de Radio Rivadavia, José María Muñoz, y el
sindicalista de Luz y Fuerza, Juan José Taccone (también presidente de la
Federación Atlética Metropolitana), impulsaron la revitalización de las
“carreras de calle” y promovieron que el atletismo argentino volviera a contar
con maratonistas en los Juegos Olímpicos, recordando las gloriosas gestas de
Zabala, Cabrera, Gorno, Suárez…
UN SELECTIVO ESPECIAL
El selectivo para los Juegos se realizó el 15 de julio en
Ezeiza, sobre un circuito que –costumbres de esa época, mucho más adelante
llegaría la “modernización”- no tenía ni la medición ni la certificación de la
que se dispone hoy con sistemas técnicos más ajustados. Esa carrera, a la vez,
fue considerada el primer Campeonato Nacional del historial. Y lo cierto es
que, aunque apenas participaban cuatro atletas, tuvo su cuota de emociones.
Efraín Raimundo Manquel, el bravo maratonista de Chubut,
recién asomaba y marcó el ritmo hasta el kilómetro 25, luego desertó. Y allí
fue sorpresivamente relevado en la punta por Cabrera, cuyos antecedentes en
pista no eran tan relevantes como los de sus rivales. Con un tremendo coraje,
Cabrera sostuvo la punta hasta aproximadamente el km. 39, donde los favoritos
lo alcanzaron y sobrepasaron.
Los jueces marcaron 2h23m50 para Araujo, 2h23m51 para Molina
y 2h25m00 para Cabrera. Y las autoridades atléticas de la época consideraron
que aquellas actuaciones –más allá de las marcas o la medición- merecían la
nominación olímpica para los tres atletas.
Entre ellos, Araujo era quien tenía mejores antecedentes en
la pista (14m34s4 en 5.000 y 30m54s6 en 10.000), aunque su única intervención
anterior en maratón se remontaba al Campeonato Sudamericano de 1969, cuando
quedó 4° con 2h50m09 en la altitud de Quito. Nacido en Santa Cruz, pero
residente desde chico en Chubut, se radicó en Buenos Aires a fines de los 60
representando a Independiente, contando con los consejos técnicos del gran Osvaldo
Suárez –entre otros- y convirtiéndose en uno de los principales fondistas del
país. Su victoria en aquella edición inaugural de Fiestas Mayas con 41m14 en
gran duelo con el otro nombre dominante de la época, Juan Carrizo, elevó su
popularidad.
Y así Nazario Araujo fue el primero de los atletas
provenientes de Chubut que se dio el gusto de intervenir en un maratón
olímpico, tradición que el año pasado rescataron en Sapporo nuestros mejores
contemporáneos: Eulalio “Coco” Muñoz y Joaquín Arbe, de Gualjaina y Esquel
respectivamente.
Araujo había nacido el 25 de mayo de 1945 y al concluir su
campaña atlética retornó a Comodoro Rivadavia, donde ejerció (y hasta hoy) como
formador y guía de nuevas generaciones de corredores. Ramón Cabrera nació el 30
de mayo de 1938. Y también ese año nació Fernando Molina (9-4-38) quien, a lo
largo de los 70, fue uno de los fondistas argentinos con mayor dedicación al
maratón, alcanzando el 8° puesto en los Panamericanos de Cali y el 6° en el
Sudamericano de Lima 71.
FUENTE: CADA