Una mítica distancia (42 kilómetros y 195 metros), que pasa a la Historia y, si cabe, se vuelve aún más heroica. En una insólita decisión de la IAAF, el organismo internacional que lo regula, ha dictado una nueva circular de obligatorio cumplimiento para todas las...
Una mítica distancia (42 kilómetros y 195 metros), que pasa
a la Historia y, si cabe, se vuelve aún más heroica. En una insólita decisión
de la IAAF, el organismo internacional que lo regula, ha dictado una nueva circular
de obligatorio cumplimiento para todas las Federaciones Nacionales y el Maratón
pasará a desarrollarse a partir de ahora sobre una distancia de 48 kilómetros y
280 metros.
La decisión, que ya ha superado la aprobación de la Junta
General de la citada institución y se podría aplicar de manera inminente para
la próxima primavera, viene motivada por la finalidad de redondear la cifra de
millas que corresponden al Maratón, que pasará ahora a ser así de 30 millas
exactas. John Einter, presidente del máximo organismo que regula estas pruebas,
explicó que “en los países anglosajones es donde más maratones se corren, y se
miden en millas. La primera vez que se corrió esta prueba en las islas
Británicas, se hizo sobre 30 millas. Queremos recuperar así el espíritu de
aquellos pioneros”.
Además, continuó Einster, “el Maratón olímpico se desarrolló
durante sus primeras ediciones en una distancia nunca exacta, siempre cercana a
los 40 kilómetros. No es, por tanto, una medida Histórica y se puede cambiar”.
Los grandes perjudicados
Los maratonianos que estaban en la actualidad preparando
pruebas para la próxima primavera se ven ahora en un limbo. Los maratones del
World Marathon Majors, pasarán a ser los primeros en tener la validación de la
distancia nueva: 48 kilómetros 280 metros, aplicando la nueva normativa en sus
próximas ediciones.
Si se diera el caso, deberán establecer nuevas mediciones.
Varias de las organizaciones consultadas, que, por prudencia, no han querido
hacer declaraciones públicas, sí que nos han comentado que existen dos maneras
principales de adaptarse a la nueva distancia.
La primera de ellas, nos comentan, “consiste en crear un
circuito de dos kilómetros al que dar vueltas en el tramo final para que la
meta coincida con el punto actual”, aunque se ven temerosos de que se mezclen
los atletas que van por el kilómetro 42 y los que, por ejemplo, ya lleven 45 ó
46 kilómetros.
Por otra parte, y como medida de urgencia si deben
reaccionar ya en su próxima edición a esta nueva distancia, “existe la
posibilidad de alargar la carrera en un trazado único y situar la meta seis
kilómetros más lejos”. Esta es la decisión.
El cuerpo humano, ¿preparado?
Otro de los debates que se abrirá inminentemente es la
conveniencia o no de alargar seis kilómetros más una prueba que ya resultaba
suficientemente dura. Según la IAAF “evidentemente los corredores se tendrán
que adaptar y los tiempos y ritmos que se venían marcando, disminuirán, pero
estamos ante un escenario nuevo que promete marcas que perdurarán en el
tiempo”.
Para los corredores amateurs, prepararse seis kilómetros más
supone enfrentarse a un doble muro, el que ya suelen encontrar más allá del
kilómetro 30 y el nuevo, justo al pasar el 42, la distancia donde anteriormente
acababa la prueba y que ahora, mentalmente, ofrece un golpe ya que deben seguir
seis kilómetros más. Los planes de miles de atletas amateurs se deben adaptar
desde este mismo instante para buscar esa nueva distancia y las distancias
largas ahora sí que deben llegar prácticamente a rozar los 40 kilómetros. Está
por ver cómo afectará esta decisión a las inscripciones y a los medios
maratones, que ahora deberán pasar a tener 24 kilómetros y podrían
popularizarse mucho más.
Por si no lo has notado, es sólo un chiste por el dia de los
Inocentes! Feliz día de los Inocentes!
Fuente: http://runninglife.com.mx