El atleta etíope Sisay Lemma de 32 años ataca en el
kilómetro 35 y acaba como el cuarto hombre más rápido de la historia con 2h01:48
en la carrera que resucita a Kenenisa Bekele. Worknesh Degefa se impone con
2h15:51, la novena marca de todos los tiempos
VALENCIA. Solo se hablaba de Kenenisa Bekele y Joshua
Cheptegei. Y estaba justificado. Su palmarés en la pista, sus récords, su aura.
Pero en el fondo, ninguno era favorito. Uno por veterano (41 años), el otro por
novato, por debutante.
La realidad se impuso. El premio gordo en el Maratón de
Valencia se lo llevó Sisay Lemma, un hombre etíope de 32 años que empezó a
correr descalzo a los 17 porque no tenía zapatillas, o al menos eso cuentan, y
que nunca pasó por la pista porque lleva más de una década corriendo maratones
y haciéndolo rápido: en el Turia bajó por sexta vez de las 2 horas y 5 minutos,
y sabe lo que es ganar una de prestigio porque 2021 se impuso en Londres y ha
hecho también podio en Berlín (2019) y Tokio (2020) y en la capital alemana
había corrido en 2h03:36, lo que le situaba como el que llegaba con la quinta
marca a la carrera.
El etíope es un perro viejo que sabe cómo correr escondido y
dar el golpe en el momento definitivo. En Londres se guardó hasta casi el
kilómetro 40, pero en Valencia arriesgó un poco más, y pasado el kilómetro 35
despidió a su compatriota Dawit Wolde y al keniano Kibiwott Kandie, y de negro
total, el atleta de Adidas entró en la alfombra azul de la Ciudad de las Artes
y las Ciencias en 2 horas, 1 minuto y 48 segundos. Es la sexta marca de la
historia. Y el cuarto hombre. Por delante, solo Kelvin Kiptum, Eliud Kipchoge y
el mejor Kenenisa Bekele.
Otro año, otro récord de la prueba. Es el milagro del
recorrido llano y las condiciones perfectas, un día despejado, 6º C en la
salida, 9º C en la meta, una humedad cercana al 60% y apenas viento. Hay ganas
de correr y se demuestra desde la salida. 14:28 los primeros 5 kilómetros.
28:55 los 10 kilómetros. 43:03 los 15 kilómetros. 57:25 los 20 kilómetros. Y en
la media maratón, aún aguantan seis y dos liebres, se pasa en 60:35, que son 13
segundos menos que el paso de Kiptum en su récord de Chicago. Claro que se sabe
que Kiptum es especial, y vuela en la segunda parte, así que todo es un
espejismo que va aclarándose en el segundo tramo.
Pronto caerá del grupo Joshua Cheptegei, que terminará en
2h08:59 y ya alertó hace unas semanas que su preparación se había complicado
porque en su Kapchorwa ugandesa no paraba de llover.
En la Avenida Blasco Ibáñez, Bekele, más conservador desde
el inicio, se decidirá a dejar atrás a Leul Gebreselassie y Getaneh Molla, y se
atreverá a correr solo. Aunque nunca alcanzará al trío que queda en cabeza en
el kilómetro 30 (1h26:05), ese movimiento traerá premio. En la meta, a casi un
minuto y medio de Lemma, que a 2:53 minutos por kilómetro de media ha rebajado
el récord de la prueba del año pasado de Kiptum por solo cinco segundos,
aparecen el keniano Alexander Mutiso (2h03:11) y el etíope Dawit Wolde
(2h03:58).
Y luego llega él, Kenenisa Bekele, que a sus 41 años bate el
récord mundial máster M40 que tenía el español Ayad Lamdassem, pura anécdota
para él, y sobre todo corre el tercer maratón más rápido de su carrera, el
mejor desde aquellos 2h01:41, cuando acarició con sus manos el récord mundial
en Berlín, en 2019, y está feliz porque dice que su preparación ha sido del 80%
y sin embargo ahí está, 4º en 2h04:19, aunque asegura que no se confía y que
intentará correr otro maratón en primavera para que le lleven a los Juegos
Olímpicos de París.
Bekele quizá ya no está para pensar en el récord mundial que
tantos ambicionan. Lema explicará que en el kilómetro 15 sí pensaba en ello,
pero que las liebres eran irregulares, subían y bajaban, y en el kilómetro 25
se había percatado de que no podría bajar de 2h01 y ha pensado en el récord de
la prueba.
La fiesta etíope, y la de Adidas, es total, porque en la
carrera femenina, después de la caída por dopaje de la que llegaba con mejor
marca, Tsehay Gemechu, la carrera queda para dos mujeres de 2h17, la
explusmarquista mundial y campeona olímpica de los 10.000m Almaz Ayana y
Worknesh Degefa, que después de 35 kilómetros con las dos bien protegidas en
medio de un pelotón de hombres que les marcan el ritmo, se marcha sola y
termina por rebajar un par de minutos su marca personal hasta 2h15:51, aunque
se queda a casi un minuto de la marca de Amane Beriso (2h14:58) el año pasado,
que es récord de la prueba. "A partir del kilómetro 30 he tirado fuerte y
no he pensado en Ayana", explica Degefa, que, a diferencia de Lemma, no ha
corrido con el último modelo exclusivo de las Adidas sino con las Adizero Pro
3.
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